miércoles, 10 de noviembre de 2010

RESPIRACIÓN PNEUMA

           Vengo de una conferencia sobre Chamanismo y plantas mágicas. En ella se nos invitó a un taller de respiración pneuma y yo me he inscrito porque nos dijeron que los efectos que se podían lograr con ésta son similares a los que se logran ingiriendo peyote u hongos alucinógenos.
La respiración pneuma nos dicen, “constituye una de las más poderosas y eficaces técnicas de autoexploración y experiencia espiritual. Se respira el Prana[i] o átomos divinos contenidos en el aire (India). Acompañados de música inspiradora, respiramos intensamente para conectar con nuestro Ser Interior hasta llegar a tener una experiencia de revelación y amor. Desde este espacio de comunión con nuestro Ser observamos serenamente a la multiplicidad del ego (la sombra) en nuestra psique y así adquirimos la comprensión profunda de cómo trascender los aspectos negativos que impiden nuestra transformación psicológica y espiritual. Los dos efectos principales que se obtienen de esta respiración pneuma son: Engendrar un proceso en el que nutrimos nuestro cuerpo energético, y así sanamos y vitalizamos nuestro cuerpo físico. También se dan procesos de liberación emocional que nos purifican y nos reequilibran. Llevarnos a un estado de conciencia transpersonal que nos pone en contacto con nuestra naturaleza divina. De ahí somos proyectados hacia una multiplicidad de posibles experiencias que nos otorgan claridad y comprensión sobre nuestro trabajo interior particular y nuestra vida. Se alcanza un estado ampliado de consciencia”.
Como ustedes podrán sospechar pues yo la verdad me mostré sumamente escéptica al respecto. Siempre he tenido la curiosidad de experimentar con esas plantas pues me han comentado que con ellas se expande la conciencia y puedes “ver” realidades paralelas a la ordinaria.
 Al final de la conferencia le pregunté al Dr. Juan Ruiz Naupari, iniciador de esta respiración, que si no sería una forma de autohipnosis o hipnosis colectiva lo que las ciento y tantas personas metidas en un auditorio estarían experimentando.  Me contestó que la hipnosis sigue los mismos caminos que la respiración pneuma pero que lo que íbamos a experimentar era otra cosa, algo semejante a lo que se experimenta con el peyote o plantas mágicas en dosis adecuadas y dentro de los rituales que la acompañan. De ninguna manera se busca una experiencia puramente placentera o de búsqueda de nuevas experiencias como cuando se abusa de estas sustancias.
            Algo que me dio a pensar de su conferencia, fue la afirmación de que “los grupos indígenas de todo el mundo guardan, de manera un tanto egoísta”, un conocimiento que deberían dar a conocer a aquellos auténticamente interesados, porque es una vía efectiva de armonía universal entre los seres humanos. Con dicho conocimiento, serían muchas las personas que tendrían acceso a esa realidad paralela propiciando un estado espiritual positivo, donde no tendría cabida el miedo, ni el odio, ni la búsqueda de los bienes de este mundo, porque se sabría con certeza que hay otro mundo después de éste. Pero se han cerrado a darlo a los demás y eso es algo criticable en ellos. También han discriminado a la mujer cuando ella se encuentra menstruando, porque dicen que está contaminada. Ruiz Naupari, sin embargo, nos dice que  en los años que lleva de practicarla con diversos grupos, son estas mujeres las que mejor acceden a esta experiencia. Agregó: “se me hace que los chamanes tienen miedo de que las mujeres les quiten el puesto”, ja, ja.
Llego al taller de respiración pneuma que se va a realizar en un auditorio. Todos llevamos una colchoneta, una cobija y una almohada para recostarnos cómodamente en el suelo. Somos unas 150 personas. El Dr. Ruiz Naupari nos explica lo que vamos a hacer. Primero nos dice en qué consiste la respiración pneuma porque vamos a tratar de realizarla durante todo el ejercicio (dos horas aproximadamente. Por supuesto que si no estás entrenada, la puedes hacer sólo a intervalos pequeños y en el inter,  pues… respiras normalmente de manera acompasada). La respiración pneuma consiste en respirar de la manera que lo harías si alguien hubiera mantenido tu cabeza en una tinaja de agua el tiempo suficiente para que sintieras que te ahogabas sin ahogarte. ¿Cómo respirarías en esa primera inhalación? Con esa misma intensidad debes respirar todo el tiempo. Parece fácil, ¿verdad? Pero no lo es. Es cansadísimo. Además debes respirarla con el estómago no con el diafragma (como se respira en el yoga o cuando estás dormido). Bueno, todos nos pusimos a practicar la respiración aunque no nos saliera muy bien. Nos dice que si nos mareamos porque hay una hiperventilación subamos un brazo y nos toquemos la cabeza o llamemos a uno de sus ayudantes que van a estar cerca. Durante dos horas vamos a escuchar tres tipos de música: la primera etapa consistirá en música tribal, de tambores, para que nos metamos en ritmo; luego seguirá una música tipo “New Age” y al final, una música clásica Sacra. Al final del ejercicio nos darán unas hojas y unos gises para que dibujemos aquello que hemos “visto” dentro de un círculo que es un mandala, es decir, la representación del universo o el cosmos. 
            Ha terminado el ejercicio después de dos horas. Al principio me preocupé por seguir la respiración pneuma (la cual sólo podía hacer de vez en cuando) y pensaba si la estaba haciendo bien o mal. Luego de un tiempo, ya me olvidé de ello y me concentré en la música. Me encantó la primera parte de música tribal. Te mete en trance de manera casi automática. Durante ese periodo vi unos anillos de 10 pequeños fuegos que giraban y giraban en un fondo oscuro. Luego vi una bóveda negra que era el cielo y empezaba a resquebrajarse en trozos cuadrangulares, abriéndose como en láminas que se despegaban de la bóveda.  Luego vi un cielo negro que comenzaba a escurrir gotas negras y el cielo comenzó a avanzar hacia la derecha del campo visual hasta convertirse en alas de un águila cuya cabeza quedaba en la esquina superior derecha. De las alas seguían cayendo gotas negras. Luego vi un lobo negro. Luego vi un tronco en forma de cruz cuyo palo transversal era muy corto que giraba y giraba en forma de cono invertido y yo era parte de ese tronco como si estuviera crucificada de cabeza: sólo se reconocía mi cabeza (muy esquemática, muy angulada) y mi cuerpo era el tronco vertical; mis brazos, el palo transversal (pero muy corto para realmente ser mis brazos). Cuando comenzó la música new age vi un mar azul que giraba en un remolino gigantesco y sacaba espuma blanca. En el vórtice me vi a mi misma parada y en lugar de cabeza, del cuello salía este remolino de mar. La música sacra me sacó de concentración y ya no experimenté nada.
            Esto es lo que vi y yo me pregunto si no fueron imágenes evocadas por la música.
            En cuanto a las experiencias corporales tuve tres que llamaron mi atención durante la etapa de la música tribal y la música new age:
            Como estábamos acostados todos cabeza con cabeza, hubo un momento en que sentí mucho calor en la coronilla, como si mis cabellos estuvieran incendiándose y fueran lenguas de fuego. Sentí que estas lenguas de fuego se enredaban en los cabellos de mi compañera de “cabecera”. Al terminar le pregunté si ella había sentido algo similar y me dijo que no.
            Durante unos minutos, de la cintura para abajo, el cuerpo se me puso rígido como pegado al suelo y no podía despegarlo, como si me pesara mucho. Dejé de resistirme a esa experiencia y sentí que “algo” se acercaba a mi mejilla derecha: como si el dorso de una mano muy caliente me la acariciara. Yo tenía los ojos cerrados y no quería abrirlos para que la sensación no se esfumara. Giré ligeramente la cabeza siguiendo esa que yo creía era una mano, y sentí que era una esfera de fuego (tibia, cálida solamente, no quemaba) que se desplazaba conforme movía la cabeza y desapareció a los pocos segundos. Sentirla fue una sensación cálida y reconfortante como si alguien me hubiera acariciado amorosamente. Al terminar el ejercicio le pregunté a la ayudante del maestro si me había tocado la mejilla y dijo que ellos no tenían permitido tocar a nadie a menos que se lo pidiéramos expresamente, para incorporarnos o llevarnos al baño si alguien necesitaba ayuda.
            Bueno, como ven, pues no sé si todas estas experiencias fueron evocadas o realmente las viví. Aún ahora, después de un tiempo, no lo sé.
            Pero hay algo que sí reconozco sucedió en los días inmediatos al taller de respiración, y fue que soñé de manera muy vívida los tres días siguientes: dos de mis sueños fueron tan francos y reales que hablé con las personas involucradas y los dos resultaron ciertos, como si ellos hubieran platicado conmigo. Casi me da miedo el hecho,  pero la explicación posible es que estaba lo suficientemente sensible como para conectarme con lo que llaman el inconsciente colectivo de estos seres queridos. Sólo por este hecho me gustaría volver a vivir la experiencia de la respiración pneuma.



1 India: Prana: Hay en el aire partículas de luz que se respiran y se exhalan durante la respiración, pero hay que hacerlo de manera consciente, si no, no sirve. Hay quien le llama a estas partículas “Aliento divino”, o, “Gen Divino”, “Inconsciente colectivo”,  “Dios”, “Naturaleza”. Relacionado con este concepto, es interesante notar que por ejemplo en Finlandia no se dice respirar, se dice espiritualizar.
 Estos son los dibujos que hice terminando el ejercicio. Como pueden ver no me circunscribí al mandala e hice varios dibujos en un sólo papel:



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